Son el clásico que se repite todos los inviernos. Las botas altas de mujer combinadas con minifalda, con vestidos cortos, midi o largos, o sobre unos pantalones vaqueros o unos leggins. Quedan bien con todo. No hay colección de invierno que no incorpore botas altas en sus estilismos, y es que, al clasicismo de antaño, ahora se le añade la superposición de prendas. Las más atrevidas las llevan con calcetines largos asomando por encima de la bota.